Es un proyecto concebido como puesta en escena de una adaptación de textos del gran filósofo y novelista italiano Giovanni Papini, en una dramatización especialmente diseñada para la estética del teatro físico, fusionando elementos discursivos de diversas artes para dar forma a esta versión libre de sus cuentos.
La obra recrea la duda existencial y la dimensión onírica del pensamiento de Papini, se desliza a través de su incansable espíritu crítico y su visión satírica acerca de una realidad que es calificada como dudosa. Es una demanda, un incentivo, una apelación a la reflexión acerca de los interrogantes eternos del hombre. El proyecto profundiza en las abstracciones buscadas por Papini sobre la descripción de los personajes.
Dos actores recurren a la palabra, al lenguaje visual, a la expresión de sus cuerpos y al valor de las sombras.
El espacio escénico es utilizado con el mínimo de escenografía para crear este espacio interior íntimo y junto al trabajo corporal y la utilización de algunos elementos/objetos para crear una sensación espacial que contenga a los personajes y sus variaciones. El signo teatral se resignifica a lo largo de la obra, cumpliendo distintas funciones y creando nuevos signos.
El lenguaje corporal, más el trabajo gestual e interpretativo darán vida al texto dramático. Es una propuesta de importante contenido kínético y con una impronta impresionista. Los lenguajes coreográficos puestos en juego son la base de la fuerza enriquecedora de las escenas.
Se trata de una propuesta escenográfica de corte minimalista y con fuerte hincapié en los climas lumínicos.
En los textos de este escritor italiano, siempre se generan tensiones entre 2 personajes los cuales según cada historia las energías se modifican. La propuesta es llevar a escena estas pulsiones y a través de un dúo de hombres entrenados tanto en danza como en teatro, donde lo protagónico sea el resultado de la conjunción entre los movimientos que disparan estas situaciones dramáticas en disociación con el texto de los cuentos. La puesta apunta a la calidad interpretativa de los 2 cuerpos despojados tal como “El teatro pobre” de J. Grotowski, el cuerpo en su máxima expresión para lo cual los ensayos comienzan con una sección de entrenamiento físico intenso para que los intérpretes logren mejorar y profundizar sus capacidades.
El objetivo es encontrar la conciencia de los vínculos personales y de la influencia que estos ejercen sobre el ser social y su cultura, a la vez conecta a estos vínculos con la responsabilidad inmanente del entorno como formador de personalidades propias de un momento entre vacío y complejo. La narración es protagonizada por el movimiento coreográfico de los personajes luego por los sonidos de las acciones o de los elementos y por las voces de los personajes.
La arquitectura de la obra esta concebida para introducir al espectador en la propuesta estética que denominamos Teatro Físico.
Al ser este la conjunción entre el texto (actuado/emitido) por un cuerpo, mientras que este cuerpo esta realizando una serie de movimientos (abstractos, ilustrativos, etc…), esta conjunción de los 2 estímulos va a dar lugar en el espectador (receptor de los estímulos simultáneos) al combinarlos en un tercer significado el cual es el objetivo del Teatro Físico.
La evolución en cantidad de diferentes estímulos en las escenas, entre texto y movimiento, al ir in crescendo paulatinamente escena por escena va a llevar al espectador a tomar como natural esa forma de expresión, comenzando desde una puesta más “naturalista” hasta llegar a la estética del “teatro físico” en su máxima expresión a nivel de contener dos discursos simultáneos el movimiento y el texto, en paralelo.
Como objetivo y compromiso social siempre perseguido por la Compañía d Y/O se persigue la difusión del teatro y la danza a un público masivo, a la vez que propone una comunión de esas dos artes que es lo que denominamos como Teatro Físico.
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